El sábado día 8 de abril, sábado Santo, vinieron a mí muchos recuerdos, buenos, muy buenos recuerdos... Estaba viviendo con mi hijo, cosas que yo viví con mi padre y con mi abuelo.
Soy descendiente de dos familias que tuvieron en Alhama de Granada negocios que se desarrollaban en edificios singulares por su ubicación. Negocios que debido a diversas circunstancias fueron cerrados: el Cine Perez y la Fca. Molino La Purísima. Tras el cierre de esos negocios, los edificios fueron mantenidos por la familia, quizás por responsabilidad con nuestros antepasados, quizás por agradecimiento a ellos por lo que aportaron a la familia en su momento, quizás por un romanticismo, lamentablemente pasado de moda en los tiempos actuales.
Recuerdo hacer, de vez en cuando, visitas con mi abuelo Pepe al cine y con mi padre al molino, para arreglar algún desaguisado o para darle una vuelta y un limpión. Allí no entraba nadie aparte de nosotros, pero nos gustaba que estuviera limpio, y como digo cuidar lo que había sido el negocio familiar que nos había permitido a todos ser lo que ahora éramos.
El sábado ocurrió lo mismo con mi hijo, fui a hacer alguna chapuza por allí y él quiso acompañarme y ayudarme en lo que pudiera. Esta vez estuvimos de pintura. Tras el arreglo y sustitución de una ventana que estaba en malas condiciones, era el momento de pintarla para protegerla de la lluvia.
Algunas fotos de la ventana tal y como estaba, de su arreglo y de la jornada de pintura con mi hijo, mostrando el resultado final. Un gran día... ya no por lo que se hizo, sino por con quién y cómo se hizo: construyendo recuerdos. ¡Me siento feliz!
0 comentarios:
Publicar un comentario